Cosa rara en mí y en contra de mi "filosofía" de dejar espacio entre libros de una misma saga, empecé a leer Words of Radiance justo después de acabar con la primera parte, The Way of Kings, y si añadimos que son libros de más de 1000 páginas aún más mérito por parte del autor por crearme esta ansiedad y no poder esperar un poco a leer el siguiente, considerando además que nos enfrentamos a una serie de 10 diez libros y que el tercero no saldrá hasta el 2016. Pero entré con tantas ganas y expectativas, y al igual que me pasó con la segunda parte de la serie Mistborn, que aunque el resultado final ha sido más que satisfactorio y a la altura de lo que se espera de Brandon Sanderson se me ha hecho un poco duro y cansado en algunas tramos del libro.
Personalmente soy una persona con la que disfruta mucho con el worldbuilding, dándole a veces más importancia que a la propia historia, con lo que una vez el autor me ha presentado el mundo, tiene que subir el nivel para conseguir que no pierda un poco de interés por la historia. Y si además nos encontramos ante un tocho como éste, más difícil aún de mantener mi interés. Por este motivo, y sobretodo en la parte central del libro, la historia de alguno de los personajes principales se me ha hecho un poco cuesta arriba, no solo porque se pierde la novedad del primer libro sino que la historia de algún personaje, como es el caso de Kaladin, se ralentiza perdiéndose la acción por temas más morales y filosóficos, no siendo este el problema principal pero si la repetición en cada capítulo dándole vueltas al mismo tema sin avanzar.
Así como en el primer libro giraba más sobre Kaladin, en esta segunda entrega conoceremos sobre el pasado de Shallan, dónde llegaremos a entender su carácter y el porque de su comportamiento siendo así el personaje más interesante de este libro y el que más llega a evolucionar. Al igual que en The Way of Kings seguiremos también con los puntos de vista de Dalinar y Adolin pero con un incremento del protagonismo de Adolin en detrimiento de su padre, lo cuál ha sido una lástima para mí ya que disfruté muchísimo con las visiones de Dalinar en el libro anterior. Aunque éste es un cambio que se entiende por cómo se desarrolla la historia y que nos permite conocer aún más a este personaje.
Otro punto que me gusta mucho de esta serie son los Interludios, que a pesar de cortar la historia en momentos álgidos, siempre consiguen llamarte la atención y te hacen olvidar un poco de la historia principal. Aquí nos encontraremos con algunos personajes que repiten y otros de nuevos, en los que destacan los puntos de vista de los Parshendi, conociendo mucho sobre su sociedad y su punto de vista sobre esta guerra en curso. Estos Interludios nos siguen permitiendo descubrir otros puntos de este mundo creado por Brandon Sanderson y más personajes que seguramente ganarán importancia en futuros libros.
Como comentaba, nos encontramos ante un libro un poco más lento que la primera parte, dónde Brandon sabe llevarnos muy bien desde un ritmo lento hasta puntos álgidos de la historia separados siempre por los Interludios. Y son precisamente estos altibajos tan pronunciados los que cansan un poco en libros tan largos, con lo que a este libro se le podrían quitar tranquilamente 300 o 400 páginas y no pasaría nada. Aún así, Words of Radiance, hará las delicias de la gente que ya disfrutó del primer libro, con unas 200 páginas finales espectaculares y que recompensan ampliamente el esfuerzo hecho para llegar hasta allí. Un final mucho mejor que el anterior y que da un paso de gigante en la historia, con lo que ahora estoy aún con más ganas por leer el tercero. Por suerte, Sanderson es una máquina de escribir y en menos de un año seguro que podremos estar disfrutando de esta tercera entrega de The Stormlight Archives.
NOTA: 4 / 5
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