miércoles, 7 de octubre de 2015

Reseña: The Traitor Baru Cormorant de Seth Dickinson


The Traitor Baru Cormorant (o The Traitor, en su título en UK) es seguramente la novela de un autor novel que con más hype llegaba este año. Normalmente, suelo ser bastante cauto que en estos temas y suelo esperar a más críticas para ver si realmente llega a cumplir las expectativas creadas, Sin ir más lejos, este mismo año ya pasó con A Crown for Cold Silver de Alex Marshall, otra novela que llegaba con un alto hype pero que finalmente ha pasado sin pena ni gloria. Por desgracia, y sin haber leído aún esta última novela, The Traitor no ha llegado para mí al nivel esperado y creo que es un libro que se queda a medio camino de ser un buen libro. Aún así las notas en goodreads son muy altas con lo que puede ser que me encuentre en minoría.



Pero The Traitor no acaba de ser un mal libro, de hecho, el mundo que ha creado Seth Dickson  me parece muy interesante y que puede dar mucho de sí. Nos encontramos con un mundo donde una nación ha ido colonizando otros territorios no a base de guerras, si no a través del comercio y a una lenta pero sistemática adaptación de toda su cultura y creencias, destruyendo así la identidad de cada país para convertirlo todo en un mismo imperio, conocido como La Mascarada. Este nombre se debe a qué toda persona que ostenta un cargo público debe llevar una mascarada, incluyendo al mismo emperador, con lo que se recalca la importancia del puesto y de la idea que representa independientemente de la persona que lo ostente.

Es al principio del libro donde vamos conociendo poco a poco este mundo a través de los ojos de Baru Cormorant, hija de una familia formada por una madre y dos padres, testigo a través de los años de los grandes cambios que poco a poco ha ido provocado la Mascarada, tanto en cultura como en estructura social y familiar. No solo esto, si no que a una edad temprana, Baru es llevada a una de las nuevas escuelas que la Mascarada a construido, donde se moldea a todos los niños de la zona a imagen y semejanza de los ideales que forman el imperio, en lo que podríamos decir es una fase final en la colonización de un territorio. Gracias a ésta educación y al "patrocinio" de un miembro de la Mascarada, Baru llega a la edad adulta consiguiendo un puesto público en el gran imperio que conforma la Mascarada, pero no por ello Baru ha olvidado su pasado y sigue con el sueño de liberar algún día su país de las garras de la Mascarada.

De esta manera, nos encontramos con un libro donde el colonialismo es el eje principal de la novela. Donde conocemos sus armas de dominio y qué maneras podemos encontrar para luchar contra él. Pero desgraciadamente, el camino que sigue Seth Dickinson para mostrárnoslo no ha acabado de convencerme. También es verdad que mi tiempo para leer ha disminuido mucho estos últimos meses y ha hecho que una novela de 400 páginas me durase más de un mes, con lo que la parte mitad del libro, coincidiendo con un gran giro en la trama, me ha parecido un poco larga y pesada de leer, importándome poco lo que sucediera y sin ningún tipo de conexión con los personajes a parte de Baru.

Pero no es el giro en sí el que me ha echado para atrás, de hecho el giro me gusta y será el punto fuerte de las próximas novelas, o eso espero. Lo que me ha aburrido es el camino que ha seguido para llegar hasta este nuevo punto, llevándonos a un país con poca trascendencia en este mundo que se nos presenta y con una estructura y desarrollo poco original. Tampoco ha ayudado que la copia que he leído, gracias a la editorial y a la plataforma NetGalley, es una versión beta del libro, con todos los fallos de edición todavía por corregir. Así me he encontrado con saltos de lugar y tiempo en la trama sin apenas espacio, a veces costando saber donde me encontraba pero también por culpa del propio autor, al que le ha faltado un poco más de creación a la hora de describir lugares y personajes, quienes a parte de la protagonista Baru, están poco definidos. Esto no es normalmente un problema para mí, dándole más importancia a otros aspectos como la creación del mundo, worldbuilding, y una buena historia. Pero en este caso me he quedado solo con una de las dos dejándome el libro con gusto amargo por lo que podría haber sido y lo que realmente es.

En definitiva, no es un libro que pueda recomendar del todo o casi nada, o al menos no hasta ver por donde va a ir la historia en el siguiente libro. Si va por donde parece y Seth Dickinson corrige los fallos de estructura y forma de este primero podría recomendar leer las primeras 100-150 páginas de The Traitor más las 50 últimas para ponerse en contexto y continuar a partir de allí. Con ello, y como podéis suponer, la idea es darle una nueva oportunidad al autor sabiendo ahora a lo que atenerme, ya que creo que el autor tiene los fundamentos y potencial suficiente para poder ofrecernos una buena serie.  

NOTA: 2,5 / 5

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