Con esta novela, The Rebirths of Tao, acaba la trilogía de Tao de Wesley Chu. Una trilogía repleta de acción, humor y aliens, que sin ser nada espectacular ofrece sin ninguna duda lo que se propone, entrener. Para más información sobre las dos novelas anteriores podéis leer la reseña que hice en su día para cada una, The Lives of Tao y The Deaths of Tao. Para continuar con esta reseña es imprescindible haberse leído las dos anteriores ya que es inevitable hablar de ella sin revelar el final del libro anterior, así que se avecinan spoilers y de los gordos, quedáis avisados! Para los que no queráis comeros los spoilers podéis pasar directamente al final de reseña.
[ALERTA DE SPOILERS GORDOS]
Para los que sigáis leyendo ya sabéis (y si no... corred insensatos!) como nos dejó las cosas el amigo Wesley Chu en el anterior libro, un Roen Tan prácticamente muerto, y con Tao abandonando su cuerpo para ocupar el de su hijo, Cameron Tan. Ahora, diez años después de que Jill Tan desvelara al mundo entero la existencia de los Quasing, Roen vive de forma clandestina con su familia ayudando tanto a Prophus como a Genjix a huir y esconderse de los propios humanos, quienes a su vez se han divido entre una facción u otra, pero otros, como los USA, han creado organismos oficiales para perseguir y capturar a los Quasing. Aún así, la guerra entre los dos bandos no ha terminado ni mucho menos, y el peligro de una terraformación de la Tierra está más cerca que nunca.
Como ya sucedió en The Deaths of Tao, volveremos a tener varios puntos de vista a parte de Roen. Así también, seguiremos a Jill, todavía con la mala conciencia de ser la culpable de lo que ahora se conoce como la Gran Traición. Pero ahora, diez años después, no solo se ha convertido en el enemigo número para los Genjix sino que es uno de los agentes más importantes y con más influencia dentro de los Prophus. A pesar de contar con menos capítulos en este libro que en The Deaths of Tao, sus capítulos me han gustado más, con una Jill más madura con su posición como Prophus y en su papel como madre. Completando a la família Tan, seguiremos por primera vez a Cameron, ya con 15 años y gracias a las lecciones de Tao casi preparado para ser un agente Prophus, a pesar de las objeciones de sus padres. Gracias a esto nos saltamos las horas de entrenamiento que tan divertidas fueron en el primer libro con Roen pero que se me hicieron un poco repetitivas en el segundo con Jill. Con Cameron, entenderemos que significa crecer con un Quasing desde tu más tierna infancia, y el gran vínculo que se forja, siendo incluso más fuerte que el vínculo con sus propios padres. Aunque con diálogos no tan divertidos como los Roen-Tao, si que nos encontramos con momentos muy divertidos al estar Cameron en plena pubertad. Y por último, e igual que en The Deaths of Tao, nos encontramos con Enzo con su quasing Zoras, los malotes de la película, viendo así el lado de los Genjix intentando realizar todos sus planes maléficos.
El gran cambio respecto a los anteriores libros, como ya os podéis imaginar, es el encontrarnos un Roen sin Tao. Un gran cambio no solo para él, ya que pierde no solo a un amigo y guía a la hora de decidir que hacer, tanto en la lucha contra los Genjix como en su vida en general, sino también para nosotros, ya que nos quedamos sin los estupendos y más de una vez desternillantes diálogos entre ellos dos. Chu intenta suplir esto mediante diálogos interiores donde Roen imagina que respuestas o comentarios haría Tao en esas circunstancias, pero desgraciadamente, no acaba de ser lo mismo. Aún así, el humor sigue muy presente en la novela llegando casi al punto de hacernos olvidar al dúo Roen-Tao.
[FIN DE LOS SPOILERS GORDOS]
Con todo esto, tenemos una nueva entrega de esta serie, que si no fuera por los eventos mayores que suceden en los anteriores libres, se sostenta por si misma. Más acción, más diversión y un muy buen final que cierra el arco de Roen y su familia. Y es que al final lo que hemos ido viendo durante estos tres libros es la evolución de un joven Roen, apático, descontento con su trabajo, fuera de peso y de forma en The Lives of Tao, a convertirse en uno de los mejores agentes de campo a cambio de una vida problematica amorosa y familiar en The Deaths of Tao, y concluyendo con un verdadero padre de familia, conciendado en enmendar su errores del pasado buscando un futuro mejor para su familia pero atado aún a los Prophus. Así, aunque The Rebirths of Tao es el final de esta trilogía no es ni mucho menos el final de esta historia ni de la guerra entre Prophus y Genjix. De hecho Wesley Chu ya tiene en marcha otra trilogía situada en el mismo mundo con lo que seguiremos viendo la evolución de esta guerra y su influencia entre los humanos y el propio planeta. Por mi parte, Wesley me tiene totalmente enganchado a sus historias, de lectura fácil y perfecta para leer entre libros más"sesudos" y "complicados", y sin duda seguiré leyendo todo lo que se me ponga delante de él. Recomendado para todos los públicos con ganas de pasar un buen rato sin más, como se dice hoy en día, la trilogía de Tao es el perfecto blockbuster para alegrarte el día.
NOTA: 4 / 5
NOTA: 4 / 5
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