Blood Song de Anthony Ryan fue una de las primeras novelas que leí inglés. No solo me atrajo la cantidad de buenas críticas que estaba cosechando sino también cierta curiosidad ya que se trataba de una novela autoeditada, en 2011, por el mismo autor en primera instancia. Fue gracias a esta primera novela y a su éxito que Anthony Ryan consiguiera un cotrato con la editorial Orbit por la reedición de su primera novela, en 2013, y por los derechos de los dos libros siguientes de la trilogía, Tower Lord, y la novela que nos ocupa, Queen of Fire.
Reseñar Queen of Fire no es tarea fácil, y es que con esta trilogía, Raven´s Shadow, me he encontrado con una situación nueva para mí, al ser también un seguidor bastante reciente entre los foros ingleses y americanos, y que me ha sorprendido mucho por la mala leche y el odio que han generado estas dos continuaciones de Blood Song. El principal factor que desató estas malas reacciones con la salida del segundo libro, y que se han vuelto a confirmar en el tercero, fue la desición de Anthony Ryan de pasar de un solo punto de vista en Blood Song, el del protagonista Vaelin Al-Sorna, a una historia con cuatro PoVs, haciendo de Vaelin un personaje más, perdiendo así esa identificación y conexión entre el lector y el personaje. Por mi parte, he de confensar, que aunque mi cabreo no fue tan drástico como para llegar a destarrar al autor al olvido. como otros fans han hecho, sí que me confundió y me desilusionó, esperando un tipo de historia pero encontrando otra. Según el autor, este cambió ya estaba planeado desde un principio, al querer expandir la amplitud de la historia hacia una guerra total contra un Imperio cruel en expansión y el misterioso personaje que los controla y dirige, conocido como el Aliado.
Queen of Fire empieza casi justo después de los acontecimentos de Tower Lord, con el ejército Volarian derrotado y obligado a abandonar las tierras del Unified Realm. Pero no contentos con esta marga victoria, y con ánimos de justicia y venganza, la Reina Lyrna juntará todas las tropas posibles para llevar la guerra a la misma Volaria y acabar así para siempre con su amenaza.
Como en el libro anterior, seguiremos contando con los PoVs de Vaelin, Frentis, Reva y Lyrna, con el añadido de otro PoV sorpresa, pero con poco peso general en la historia, y con las crónicas de Verniers que separan las cinco partes en que se divide el libro. Como decía antes, a mí esta extensión a más personajes no me acabó de convencer en primera instancia, pero se entiende perfectamente por la historia que quiere contar Anthony Ryan y que sería totalmente imposible de contar con tan solo con el PoV de Vaelin, ya que nos perderíamos muchos acontecimientos e información que pasan en otras partes. Aún así, de los cuatro PoVs principales, ha sido solo el de Frentis, y en el algunos puntos el de Vaelin, el que más me ha gustado y al que le encuentro más sentido de ser, con un Frentis traumatizado por los acontencimientos de Tower Lord pero con toda la voluntad de ser remedido a base de sangre y fuego, tiene una trama a lo Espartaco que me ha gustado mucho, además de ser el personaje con el que más he conectado. Reva no deja de ser un poco circunstancial y su arco argumental, a pesar de revelar una parte importante de la historia general en sus últimos capítulos, bastante aburrido a mi parecer. Lo mismo me pasa con Lyrna, con la que no acabo de conectar para nada y es un personaje al que le tengo más odio que otra cosa. Y por último Vaelin, nuestro gran protagonista en Blood Song, que tan solo en dos libros ha perdido todo este protagonismo convirtiéndolo en un personaje más, perdiendo presencia incluso en sus propios capítulos a favor de otros secundarios.
Otro pequeño problema de esta trilogía, es la cantidad de personajes que aparecen y que se siguen presentando durante esta tercera novela, haciendo difícil de seguir y recordar a todos los personajes incluso teniendo una guía al final del libro. Pero bueno esto también es más fallo de mi mala memoria y pésima para recordar nombres.
Queen of Fire, por sí sola no es una mala novela, a pesar de no ser el libro que yo quería o esperaba, he disfrutado bastante con él a pesar de que el inicio es durillo y lento. Aún así poco a poco va cogiendo ritmo hasta un buen final donde se resuelvan la mayoría de las dudas planteadas. Eso sí, el final es muy precipitado y bastante anticlimax, finiquitando varios puntos muy importantes en apenas cuatro líneas. Como trilogía, creo que va de más a menos, pero también hay que considerar que esta es la primera trilogía de Anthony Ryan, y viendo de lo que fue capaz de hacer en Blood Song y en mucha menor medida en estas dos continuaciones, estoy seguro que nos deparará muchos buenos libros en el futuro. Por ahora ya tiene en marca su siguiente trilogía que empezará en julio del 2016, por mi parte, le seguiré dando mi voto de confianza y no dudaré en hacerme con él en cuanto salga.
NOTA: 3 / 5
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